domingo, 30 de junio de 2019

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martes, 12 de marzo de 2019

Pedro Figari





El 29 de junio de 1861 nace en Montevideo Pedro Figari Solari. Hijo de Juan Figari de Lazaro y Paula Solari, ambos genoveses. De joven manifiesta inclinaciones artísticas que son parcialmente postergadas por los estudios universitarios.
En 1885 se recibe de Doctor en Jurisprudencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República.
Se casa con María de Castro Caravia, con quien tendrá nueve hijos. La relación con su familia política lo vincula a un ambiente abierto a los estímulos del arte, donde conoce al maestro Goffredo Sommavilla, pintor italiano de formación académica con el que estudiará un tiempo.
En 1889 es designado abogado Defensor de Pobres en lo Civil y en lo Criminal, cargo que lo pone en contacto con un medio social que alimentará más tarde los temas de su obra pictórica y literaria. Los siguientes años están marcados por una intensa actividad jurídica que se inscribe dentro de las nuevas vertientes de pensamiento en la materia, con la memorable defensa del alférez Enrique Almeida, quien es injustamente acusado de un asesinato de implicancias políticas. Luego de un juicio de cuatro años, obtiene la absolución de Almeida por falta de pruebas, y en ese mismo año, publica Un error judicial en el cual expone sus argumentos sobre el caso.
 En 1896 edita Causa célebreEl crimen de la calle Chaná, vindicación del Alférez Enrique Almeida.
En 1897 es electo diputado por el Departamento de Rocha, representando al Partido Colorado y renuncia al cargo de Abogado Defensor de Pobres en lo Civil y en lo Criminal.
De 1898 a 1899 se desempeña como Consejero de Estado por el Partido Colorado. Entre los proyectos que impulsa se destaca la creación de la Escuela de Bellas Artes. El hogar de la familia Figari-Castro es lugar de encuentro de intelectuales y artistas nacionales entre los que sobresalen: Pedro Blanes Viale, Milo Beretta, Eduardo Fabini y Carlos Federico Sáez. También lo visitan extranjeros como Anatole France, Arturo Rubinstein, Arturo Rusiñol, entre otros.
En 1901 comienza su actividad en el Ateneo de Montevideo, desde donde promueve certámenes artísticos y en 1903 es elegido Presidente de la institución.
Entre 1903 y 1905 destaca con una serie de artículos periodísticos y conferencias contra la pena de muerte, siendo determinante su influencia para la aprobación de la ley abolicionista de 1907.
Asume el cargo de abogado del Banco de la República de 1905 a 1915.
En 1910 presenta un proyecto para la Dirección de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENAO) y dos años más tarde publica el tratado de filosofía y estética Arte, Estética, Ideal.
En 1915 es designado director interino de la ENAO llevando a cabo una profunda reforma de la enseñanza industrial. A través de la creación de nuevos programas, Figari modifica y amplía las curricula e introduce innovaciones en los criterios de producción llevando a la práctica el ideario estético-filosófico anticipado en su tratado de estética de 1912.
En 1918 escribe en colaboración con su hijo, el Arq. Juan Carlos Figari, Educación Integral. Luego de la desaprobación del plan de reformas de la ENAO renuncia a la actividad pública, abandona su hogar y se aloja en el Hotel Oriental, en la Ciudad Vieja de Montevideo. Se dedica exclusivamente a pintar.
En 1921 se muda a Buenos Aires con cinco de sus hijos. Su estancia de cuatro años marcará su plena dedicación a la pintura. En este período recibe un amplio reconocimiento a su labor pictórica hasta entonces mantenida en un ámbito privado y familiar, en especial dentro del círculo de intelectuales que colabora en las revistas Martín Fierro y Proa.
En 1925 se traslada a París donde permanecerá nueve años y obtendrá su definitiva consagración como artista plástico. El viaje lo emprende con su hijo Juan Carlos, colaborador en su aventura pictórica, quien muere repentinamente a dos años de instalados en París.
Al año siguiente, 1928, publica El Arquitecto, libro de poesía dedicado a su hijo y dos años más tarde Historia Kiria, novela utópica que resume sus ideas filosóficas.
Regresa a Uruguay en 1934 y es nombrado Asesor Artístico del Ministerio de Instrucción Pública.
Fallece en Montevideo, el 24 de julio de 1938.


La educación técnica en el tiempo



“…El pensamiento de establecer una escuela de artes y oficios germinaba en la mente de algunos filántropos de este país… los niños y adultos deben ser conducidos, si son naturales del país, a los talleres donde se les enseñe un arte o un oficio con el cual puedan ganar honradamente su vida, hacer una fortuna y contribuir a la grandeza de la nación…”
1879- La creación de una Escuela de Artes y Oficios se inicia con la promulgación de la Ley 1.438 del 31 de mayo de ese año y firmada por Lorenzo Latorre y José M. Montero.
En sus comienzos la Escuela de Artes y Oficios funcionó en el “Cuartel de Morales”, ubicado en las Tres Cruces, con oficinas y talleres de maestranza con carpintería, herrería, rodados, talabartería y otros.
A mediados del ’79 la escuela se mudó hacia un local cercano a la actual ubicación de la Facultad de Derecho de la República.
1880- un incendio producido en el taller de encuadernación dañó seriamente el local.
1882- se iniciaron las obras en la actual manzana de San Salvador, Magallanes, Avenida Gonzalo María Ramírez y Minas.
1910- El Consejo Directivo Central de la Escuela de Artes y Oficios, integró al doctor Pedro Figari, quien rápidamente planteó la reorganización de la escuela presentando un proyecto de creación de la “Escuela Pública de Arte Industrial”.
1916-1917 Las escuelas industriales comienzan a expandirse al Interior del país.
1920- Se designó como presidente del Consejo de Enseñanza Industrial al doctor José Arias, quien impulsará una nueva etapa en la enseñanza industrial. Procuró que todos los departamentos pudieran contar en sus ciudades capitales, con un Instituto de Enseñanza Industrial.
1942- La Asamblea General Permanente comenzó a discutir la creación de la Universidad del Trabajo del Uruguay.
El 9 de setiembre fue la culminación de un proceso que, desde 1916 venía impulsando José Arias. El decreto de ley firmado por Baldomir y Glambruno estableció que con la “base de los organismos que actualmente integran la dirección general de la enseñanza industrial puedan establecerse en el futuro, créase la Universidad del Trabajo del Uruguay”.
1960- El ingeniero Luis Balparda es designado por el Poder Ejecutivo como nuevo director general, quien proyectó los cursos técnicos de diferentes niveles.
Cada cambio importante y central de las propuestas de la educación técnica concuerdan con los tiempos que se vivían y viven, actualmente no se concibe una formación de artes y oficios, sin una base tecnológica y científica que den cuenta de una sólida educación de base para llegar a aprender el complejo mundo de la tecnología y del que hacer tecnológico.
De ahí la nueva etapa de los últimos tiempos impulsando cursos que cuenten con la educación básica imprescindible para poder acceder con cierta capacidad de éxito al mundo del trabajo de hoy”. Actualmente la UTU funciona con 75 mil alumnos y tiene 130 centros en todo el país. *


PALEOLÍTICO: el trabajo en piedra, Herramientas y Armas

¿Cuándo ocurrió la caída del Imperio Romano? El Imperio Romano sufrió una serie de declives y caídas a lo largo de su historia, pero general...