sábado, 22 de abril de 2017
El civilismo 1886-1897 / Uruguay
Se llamó
civilismo al período que siguió al militarismo en el siglo XIX. Ese momento
marcó el retorno completo de los civiles al ejercicio del poder. El civilismo
estuvo caracterizado por el predominio de un sector aristocrático del Partido
Colorado. Con la modernización política fue posible la instalación de un Poder
Ejecutivo fuerte. Durante los gobiernos de Julio Herrera y Obes y de Juan
Idiarte Borda, el presidente se aseguró de que solo gobernaran los políticos de
su colectividad.
El colectivismo colorado y la afirmación del poder
presidencial caracterizaron a este período en materia política. En lo
económico, se afirmó el modelo agroexportador que el país había adquirido con las transformaciones durante el
período militarista.
El
colectivismo fue la tendencia liderada por Julio Herrera y Obes, que solo
admitía a sus seguidores en el gobierno. Eso generó el descontento del Partido
Nacional. La oposición estalló en 1897 cuando Aparicio Saravia inició un
levantamiento, que se concretó en una grave guerra civil que se prolongó por
varios meses. También dentro del propio Partido Colorado hubo grupos que se
opusieron al colectivismo de Julio Herrera y Obes. El sector colorado opositor
más importante fue liderado por José Batlle y Ordóñez quien, desde el diario El
Día, que él mismo fundó en 1886, se dedicó a criticar esa tendencia.
El civilismo estuvo
caracterizado por la afirmación del poder presidencial, gracias al final del
caudillismo. La figura del presidente cobró un poder indiscutible. El debilitamiento
del ejército luego de la renuncia de Máximo Santos y el destierro de Lorenzo
Latorre pudo asegurar el triunfo de los políticos profesionales.
Durante este período hubo tres presidencias fundamentales. La
de Máximo Tajes, que generó la transición hacia el civilismo. La de Julio
Herrera y Obes, que desarrolló una influencia fuerte del Poder Ejecutivo en la
designación de los candidatos sucesores: el colectivismo y el exclusivismo
colorado. Y la de Juan Idiarte Borda, que continuó con esa política, lo que
provocó el alzamiento de Aparicio Saravia. El levantamiento de Saravia inició
una guerra civil que concluyó con un acuerdo de paz que garantizaba la coparticipación
de los blancos en el gobierno.
De Máximo Santos (1882-1886) a Máximo Tajes (1886-1890)
Con
la renuncia de Latorre ocupa su cargo por dos años Francisco A. Vidal hasta el 28
de febrero de 1882, la verdadera autoridad era el Ministro de Guerra Máximo santos.
Santos fue electo presidente mediante
fraude electoral el primero de marzo de 1882 un año antes de que se completara
el periodo constitucional de Lorenzo Latorre.
General Máximo Santos
Santos fue electo presidente mediante
fraude electoral el primero de marzo de 1882 un año antes de que se completara
el periodo constitucional de Lorenzo Latorre.
La revista de 1885, óleo de Juan Manuel Blanes
El gobierno de Santos se caracterizó por los privilegios al
Ejército que aumentó sus integrantes de 2300 a 3700 (una forma de reducir la
desocupación). Formó su base política con los sectores populares del “Gran
Partido Colorado”, (tuvo el expreso apoyo de sectores blancos como el caudillo
Timoteo Aparicio), glorificó el pasado colorado: La Defensa, la Cruzada de Flores,
la hecatombe de Quinteros. Su gobierno se caracterizó por
el despilfarro y la corrupción económica. Tuvo ministros destacados como Manuel Herrera y Obes, José L. Terra.
La Administración pública creó nuevos departamentos, se continuo con la
Secularización del Estado (Ley de Conventos y ley de matrimonio civil
obligatorio ambas de 1885). A nivel del Estado hay una afirmación de la
conciencia nacional estimulando la obra del poeta Juan Zorrilla de San Martín y
del pintor Juan Manuel Blanes, de historiadores como Francisco Bauzá para
exaltar el sentimiento nacionalista y comenzar la defensa de Artigas como
precursor de la independencia uruguaya y por encima de las divisiones
partidarias.
Hubo intentos revolucionarios de los jóvenes liberales de
Montevideo en 1886 el Ejército derrotó la Revolución del Quebracho al
perdonarles la vida a los vencidos aseguró su futuro político el Ministro de
Guerra de Santos, Máximo Tajes. Desde junio de 1886 con la fundación de “El
Día” el sector antisantista contaba con la creciente figura de José Batlle y
Ordóñez. Los mismos sectores que habían apoyado a Latorre para pacificara al
país se oponían al derroche de Santos y la llamada “operación retorno” que lo
llevó al poder apenas finalizado su mandato presidencial (la reelección estaba
expresamente prohibida por la Constitución). Esta maniobra colmo la paciencia y
el atentado de el subteniente Ortiz contra Santos dio fuerzas a la oposición.
En Piedras y Treinta y Tres (Ciudad
Vieja) el Teniente Ortiz se suicidó luego de herir a Santos
Santos sintió el aislamiento y en 1886 llamó a los principistas
del Partido Constitucional con José Pedro Ramírez se formó el “ministerio de
conciliación” el 4 de noviembre, el 18 renunció Santos.
General Máximo Tajes
En su lugar fue electo Máximo Tajes,
que tuvo como figura central y Ministro de Gobierno a Julio Herrera y Obes.
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